domingo, 26 de febrero de 2012

Mi domingo entre libros

Como ha ocurrido durante 23 años el Palacio de Minería de la Ciudad de México se encarga de organizar uno de los eventos literarios más importantes del país: la Feria Internacional del Libro del Palacio de Minería (FILPM). La feria se inauguró el pasado miércoles 22 de febrero y la clausura se tiene programada para el próximo lunes 5 de marzo. Decidí ir el día de hoy porque tenía varios lugares a los que quería ir en el DeFe y pensé que sería una buena idea matar varios pájaros de un tiro. Además, si me gustaba algo y no podía costearlo, tendría el próximo fin para regresar (cosa que pasó... pero ya escribiré después de mi nuevo capricho). 


Algo offtopic de mi visita a la FILPM pero que quiero contar porque me encantó es que, como la mayoría de las veces, decidí irme al DeFe en el tren suburbano (me parece lo más cómodo para ir al centro sin soportar el tráfico y sin buscar tener que buscar/pagar estacionamiento). Mi sorpresa fue mayúscula cuando llegó un tren decorado con colores y dibujos que, de acuerdo a mi rigurosa investigación (en Google), fueron realizados por niños que participaron en un concurso llamado "Diseña y pinta el tren suburbano" y organizado por Ferrocarriles Suburbanos.

Pasemos al tema principal de un domingo plagado de muchas sorpresas que ya serán contadas en futuras entradas. Como es costumbre para tener acceso a la feria hay que comprar una entrada por la módica y risible cantidad de $15 pesos. Bastante accesible considerando que las mejores editoriales del país se encuentran reunidas en el recinto con muchas de sus mejores publicaciones disponibles a "precios especiales"... digo, si son más económicos los libros que se ponen a la venta en la FILPM, pero tampoco es así como un outlet de libros.

Tenía una lista pequeña de cosas que quería comprar. Básicamente dos libros (Gente como uno de Hector Zagal y Retrato de mi cuerpo de Phillip Lopate) y algunas algarabías que me faltaban. Lo demás aparecería espontáneamente.

El libro de Phillip Lopate no lo pude encontrar. De acuerdo con el programa de la FILPM (que pueden descargar para sus computadoras o dispositivos iOS o Android) la editorial que publicó el libro (Tumbona Ediciones) no formó parte de la feria. Quel dommage!

Ir a una feria de libros representa la oportunidad de encontrar textos que aunque uno no busca son grandes sorpresas que se convierten en objetos de deseo tan poderosos que no pueden ser regresados a su estante. Entre lo que me topé y que no pude dejar pasar se encuentra el libro "Tenochtitlan" de Eduardo Matos Moctezuma (Fondo de Cultura Económica) que trata sobre los antecedentes y pormenores de aquella ciudad que tanto añoro

Otra joya que me encontré accidentalmente es "El Pensamiento Náhuatl Cifrado por los Calendarios" de Laurette Séjourné (Siglo Veintiuno Editores) un libro plasmado de códices y jeroglíficos que forman parte de una investigación para desentrañar la influencia de los calendarios en la vida azteca. Muchos recuerdos de mis clases de náhuatl en la Facultad. No había duda alguna... este libro tenía que formar parte de mi acervo. La última y magnífica adquisición, que técnicamente no es mía pero la considero como tal, fue el "Diccionario de la Lengua Náhuatl" de Rémi Siméon (Siglo Veintiuno Editores) que compró mi novia (ven porque digo que es mía pero no es mía). Definitivamente encontrar este diccionario fue lo mejor que nos pudo haber ocurrido el día de hoy: es de esas cosas que no se piensan dos veces en la vida.

La verdad es que hubo muchos libros de Siglo Veintiuno Editores que me pedían a gritos que los comprara, pero como no levanto piedras y encuentro dinero tuve que dejar muchos libros con todo el dolor de mi corazón (aún cuando tienen descuentos desde el 50 al 75%), entre ellos el "Atlas Geográfico y Físico del Reino de la Nueva España" y otra maravilla (oro en forma de libros) de la cual escribiré después. Se hace noche y mañana es día laboral (Fuck you Monday!). Me voy.

1 comentario:

  1. Aaaaaaaahhhh la FILPM (suspiro). Es un paraíso!!!! Es mi favorita! No he tenido chance de ir a la de Guadalajara, espero ir pronto para ver si supera el encanto del Palacio de Minería.

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