El día de hoy me costó tanto levantarme de la cama que no traigo mucha pila para el día de mitad de semana. Generalmente los miércoles se antojan para una escapada al cine, aunque dado mi letargo creo que para lo único que tengo ganas el día de hoy es para llegar a mi casa, tumbarme en el sofá y volver a ver una gran y triste película en Netflix. El catálogo mexicano de Netflix suele ser limitado y un poco chafa, pero buscando bien uno puede toparse con gratas sorpresas. Una de esas sorpresas es el filme elegido para ver el día de hoy: Blue Valentine (Triste San Valentín).
No sé si sea la mejor opción para netflixear a solas... no es que la película sea de terror ni nada por el estilo, es el hecho de que la película evoca una atmósfera de nostalgia y desesperanza que se genera en las relaciones cuando el amor se va y la vida en pareja se torna complicada e insoportable y los días de felicidad pasan a ser un lejano recuerdo. Si alguien está pasando por una situación similar (que espero no sea el caso) deje de leer, salga de esta entrada y borre de su memoria el nombre de la cinta. Evite cualquier impulso de verla.
La sinopsis es básicamente la siguiente: Dean y Cindy llevan varios años casados y han tenido una hija preciosa, Frankie. Pero su relación no ha sido precisamente un lecho de rosas. Cindy tuvo que abandonar primero a su novio Bobby, lo que le ha costado a Dean una buena paliza. Dean ha tenido buenos y malos momentos con los padres de ella. Cindy vive dedicada a su trabajo en un hospital mientras él se ha conformado con pintar casas en el barrio. Iremos viendo en paralelo el desgaste inherente a toda relación, los momentos álgidos y pasionales y los momentos en los que todo parece venirse abajo.
Michelle Williams y Ryan Gosling son los encargados de pasearnos por una montaña rusa de emociones que se mezclan entre sus últimos y primeros días de relación. Un contraste crudo que deja a uno pensando ¿cómo es que tanto amor puede acabarse tan fácilmente? ¿qué factores lo motivan? ...yo creo que no hay un factor único ni universal que aplique para todos los seres humanos ya que todos somos y tenemos percepciones diferentes y más en los terrenos del amor.
Ineludiblemente este grandioso filme lleva a que uno se cuestione si está haciendo algo mal que lo lleve a caer en una situación similar, cosa que encuentro conveniente. Siempre es bueno contar con algo que nos induzca al autoanálisis y a la auto-crítica. No se arrepentirán de ver este drama total.
Pueden ver Blue Valentine en la comodidad de su hogar (la cinta data del 2010 por lo que no la encontrarán en salas de cine) vía Netflix, o bien pueden rentarla en Blockbuster (sí, aún existe), adquirirla en alguna tienda de películas (sólo 99 pesitos en MixUp) o con su distribuidor pirata favorito (físico o digital).
Ya para terminar, ¿alguien puede decirme por qué ese maldito de Gosling siempre saca chamarras tan chidas en sus películas? Holy shit! Abajo el trailer:
Ay mi Dios! Qué película! La amé, está en mi top ten (The Notebook también, juro que Ryan Gosling no influye en mis decisiones :P) de películas favoritas. Olvidas mencionar que la canción es hermosa y bien triste, en verdad hice un esfuerzo por no llorar como desesperada. Y en respuesta a la pregunta del final, no es que sus chamarras estén chidas, bueno si, pero es su porte, estilo y personalidad lo que resalta <3 jajajaja
ResponderEliminarBuen punto, olvidé comentar respecto a la grandiosa canción de la película (misma que canta el Sr. Gosling en el trailer), se llama "You Always Hurt the Ones You Love". Muy buena al igual que la película!
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